En respuesta a Emilio

Cada vez me gusta menos escribir sobre este tema. Es como meterte en unas arenas movedizas ponzoñosas,  en las que después de meter la punta del pie ya no puedes sacarlo, y te atrapa cada vez más hasta que te ves hundido en el veneno. Sin embargo, ya que Emilio lo ha sugerido en su blog Personas, no género, y como defensa preventiva ante la que va a caer mañana, me apetece decir un par de cosas sobre el feminismo.

En su entrada, Emilio habla de un número de pecados capitales del feminismo. Yo voy a sugerir dos que podrían ser un resumen de todos los que menciona él.

1) Definición

Es imposible criticar o defender algo de forma coherente si ni siquiera sabemos de qué estamos hablando y, en mi opinión, practicamente toda la dificultad del debate en torno al feminismo radica en este punto. Por ejemplo, si nos dicen que el feminismo es la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres… ¿qué entendemos por igualdad? ¿Estamos hablando de igualdad de oportunidades o de igualdad de resultados?

Esta indefinición es una situación perfecta. Cuando hay alabanzas, se aceptan por todo el feminismo de forma monolítica. Cuando hay críticas, la respuesta típica va en la línea de «ese no es el feminismo de verdad».  Hace falta una definición precisa del feminismo, o de lo contrario el debate acaba siendo tan complicado como intentar agarrar una anguila. La única forma que se me ocurre para avanzar en esta definición es ignorar todas las cosas que se dicen en nombre del feminismo y  examinar sólo lo real, lo que se hace y tiene resultados concretos en la vida de la gente. Mi conclusión, después de un tiempo dandole vueltas, es que el feminismo es, en la práctica, la defensa de los derechos de la mujer, bajo el supuesto de que existe un entorno de opresión del hombre hacia la mujer.

Podemos debatir si esta definición es correcta o no. Ya sé que hay muchas personas que se llaman a sí mismas feministas y que dicen defender también los derechos del hombre, o que no utilizan el concepto de opresión (más conocido como patriarcado) pero esas son precisamente el tipo de cosas que añaden confusión. No he sacado mi definición de la manga, sino de la observación de lo que se hace (y no de lo que se dice) en nombre del feminismo. Cosas tan concretas como la ley de violencia de género.

Hay dos condiciones necesarias. Primero, parece una obviedad, pero hay que recordar que el propósito del feminismo no es luchar por los derechos de los hombres, sino por los de las mujeres. Y segundo, que inseparablemente unido al feminismo está la idea de que existe una opresión masculina, un deseo de dominación de los hombres hacia las mujeres. Cualquier agresión cometida por un hombre contra una mujer o cualquier injusticia sufrida por una mujer por parte de la sociedad es una manifestación de esta opresión, también conocida como patriarcado.

Los sujetos de la definición (el hombre y la mujer) son colectivos. Esto significa que cualquier ejemplo individual que pudiese contradecir la existencia del patriarcado no es significativo, y eso dificulta enormemente la crítica. Existe un pecado original asociado a todos los hombres por el hecho de serlo, y empleo estas palabras a propósito, porque en este sentido el feminismo funciona igual que una religión. La teoría del patriarcado, igual que la existencia de Dios, no es falsable. Es imposible demostrar que el patriarcado no existe, y con este hábil truco, el feminismo según esta definición nunca desaparecerá. El feminismo no es una reivindicación temporal hasta que la igualdad entre los sexos se restablezca, sino de una lucha eterna contra algo que nunca podremos saber cuándo ha sido derrotado.

2) Contradicción.

Toda la confusión en torno a la definición del feminismo se traduce en la vaga noción de que el feminismo es algo que lucha contra las desigualdades entre las personas por causa de su sexo. Eso, unido a los éxitos en la defensa de los derechos de las mujeres (sufragio, etc)  ha contribuido a que el feminismo se haya hecho con el monopolio de todo lo que tenga que ver con la igualdad entre sexos. El feminismo ha expuesto parte de un problema (la parte que afecta a las mujeres) pero ha ocupado todo el vacío existente, incluyendo lo que afectaría a los hombres. Además, en una cruel ironía, el feminismo se ha aprovechado de la caballerosidad y deferencia hacia los problemas de las mujeres (el clásico mujeres y niños primero). ¿Alguien cree que si de verdad viviesemos en un patriarcado el feminismo habría llegado a donde está?

Igual que la iglesia hacía en su momento, toda legislación necesita ahora el nihil obstat por parte del feminismo para que siga adelante. Cada vez que la palabra feminista se transforma en una ley o medida real, desaparece parte de la indefinición sobre lo que significa realmente el feminismo. Es entonces cuando aparecen las contradicciones, por ejemplo, si el feminismo defiende la igualdad ¿por qué aprueba una ley que es injusta para una de las partes?

Cada vez que una medida feminista ve la luz, se hace más difícil justificar una definición de feminismo coherente con sus acciones que no sea la que yo he sugerido. Hay que intentar denunciar estas contradicciones para que la verdadera definición de feminismo salga a la luz, y una vez conseguido esto, será cuando podremos debatir de forma justa, sin escapatorias.

… y una vez dicho esto, aprovecho para enviar desde aquí mi apoyo y ánimo a todas las personas que se hayan visto en una situación de maltrato en una relación de pareja.

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